Las baterías solares son unos dispositivos también conocidos como acumuladores. Esto se debe a que son los responsables del almacenamiento de la energía producida por el generador fotovoltaico al que se encuentran conectadas.

Su objetivo es el de proporcionar energía al usuario en aquellos momentos en los que no hay sol como son, por ejemplo, los días nublados o la noche.

Tipos de baterias solares

Baterías Monoblock

Las baterias Monoblock son baterías para energía solar pensadas, única y exclusivamente, para pequeñas instalaciones fotovoltaicas.

Se caracterizan por ofrecer una excelente relación calidad-precio y por brindar un rendimiento bastante interesante. Son utilizadas con asiduidad en hogares unifamiliares como, por ejemplo, villas, casas y chalets.

También son, de largo, las más simples de todas, lo que también hace que resulten muy económicas. Eso sí, suelen presentar problemas si se descargan por completo, por lo que se debe llevar a cabo tareas de mantenimiento exhaustivas sobre ellas.

Baterías fotovoltaicas estacionarias

Su principal cualidad es la de poseer una prolongada vida útil. En este sentido, ofrecen su mejor rendimiento en instalaciones pensadas para permitir disfrutar de un consumo diario durante lapsos de tiempo prolongados como, por ejemplo, un invierno al completo.

Tienen la capacidad de acumular ingentes cantidades de energía, si bien es cierto que están disponibles en diferentes tamaños. Por lo general, se componen de 6 vasos de 2 V cada uno, aunque dentro del mercado es posible encontrar modelos diferentes.

Baterías AGM

En caso de disponer de una pequeña instalación fotovoltaica en la que, por motivos de ubicación o de cualquier otra índole, el mantenimiento sea muy complicado, esta es la mejor opción.

Se trata de baterías de electrolito inmovilizado que, además, cuentan con válvulas de regulación de gases, lo que les permite evitar que se produzcan pérdidas.

Este es el motivo por el que se conocen dentro del sector como ‘baterías sin mantenimiento’. Si usamos como medida el número de ciclos de carga y descarga, ofrecen un rendimiento muy superior al de las baterías Monoblock.

Baterías de litio

Las baterías de litio son aquellas con las que estamos más familiarizados ya que son las que equipan los teléfonos móviles inteligentes, las tablets y los dispositivos electrónicos en general.

Pero, además, también pueden usarse en instalaciones fotovoltaicas. Son muy ligeras, no emiten gases y ocupan un espacio muy reducido. Además, el hecho de que se descarguen totalmente no afecta a su vida útil ni a su durabilidad.

El único hándicap que presentan es que son bastante caras, aunque es previsible que, en un futuro a corto plazo, puedan optimizarse para resultar más económicas. Al fin y al cabo, son las que ofrecen una mayor variedad de beneficios dentro de las instalaciones solares.