Descubre por qué el bombeo solar fotovoltaico es el método más eficiente y económico para agricultores y particulares que se encuentran en zonas aisladas, donde los servicios públicos son limitados, muy costosos o incluso inexistentes.

¿Para qué sirve el sistema de bombeo solar?

El agua es un recurso indispensable para cualquier agricultor. En muchas regiones del planeta, las lluvias son escasas o impredecibles. También hay variedades de plantas que se siembran durante la temporada seca o que requieren de condiciones de humedad muy específicas.

No sorprende, por tanto, que cada vez más trabajadores del campo recurran a métodos artificiales de riego para asegurar el éxito de sus cosechas. Ahora bien, este tipo de agricultura conlleva ciertos desafíos, sobre todo si la zona de cultivo se encuentra en un lugar aislado que no cuenta con electricidad ni agua corriente.

Afortunadamente, existe una solución asequible y amigable con el ambiente. Por sus características, son también la alternativa ideal para particulares que viven en lugares apartados, sin los servicios públicos de los que suelen disfrutar los habitantes de las ciudades.

Nos referimos a los kits de bombeo solar directo. Estos sistemas son capaces de succionar agua de un pozo o una masa de agua natural. Sus motores no dependen de combustible para funcionar, ni hace falta conectarlos a la eléctrica.

Dependiendo del modelo, pueden bombear cientos o hasta miles de litros al día desde distintas alturas.

¿Cómo funciona el bombeo solar directo?

La base del funcionamiento del kit de bombeo solar es el módulo fotovoltaico. Se trata de un dispositivo que absorbe la radiación procedente del sol y la convierte en energía eléctrica.

Su componente más importante son los paneles conformados por numerosas celdas de silicio cristalino o arsenurio de galio. La potencia de la bomba es directamente proporcional a la energía suministrada por el módulo solar.

Este aparato alcanza un pico en su rendimiento durante las horas pico del día, cuando el astro rey brilla con la máxima intensidad. Como su nombre lo indica, son alimentados directamente por la energía eléctrica, lo que significa que no disponen de baterías que les proporcionen energía cuando falta la luz del sol.

El sistema de bombeo solar se puede conectar a la red de irrigación para dispersar inmediatamente el agua bombeada en los sembradíos o a depósitos de almacenamiento que permitan utilizarla solo cuando es estrictamente necesario.

Como los equipos de bombeo solar fotovoltaico están diseñados para funcionar de forma ininterrumpida desde la salida hasta la puesta del sol, garantizan un suministro regular de agua durante aproximadamente doce horas al día. Esto suele bastar en la mayoría de los casos.